La Lectura Poética y la Interpretación: Grados y Conflictos

La lectura es una actividad fundamental en el conocimiento de lo poético. La interpretación que de ella se deriva genera diversos grados de comprensión y, a menudo, conflictos.

Previamente, en las reflexiones de algunos estructuralistas y semiólogos, se hacía hincapié en la consideración del texto literario como una realidad y un mensaje abiertos que necesitan del lector para que se desarrollen todas sus virtualidades de significación. En el libro de R. Barthes, S/Z, se avanza la idea de que, así como existen obras que presentan un texto cerrado (en el que el sentido aparece suficientemente expresado y delimitado), hay otras en las que se invita al lector a que les otorgue diferentes sentidos posibles. Desde esta perspectiva, el lector se convierte en auténtico productor de sentido al dar su interpretación de la obra.

La Teoría de la Recepción y el Rol del Lector

La teoría de la recepción, formulada inicialmente por W. Iser y H. R. Jauss, presenta ciertas vinculaciones con la fenomenología de E. Husserl y H. G. Gadamer. Para Husserl, la mente humana es el origen del sentido que tenemos sobre toda la realidad. Para Gadamer, aplicando dicho principio a un texto literario, la realidad significativa de este depende de la mente de su intérprete y de las coordenadas históricas y culturales en que se encuentra, las cuales condicionan su percepción del sentido.

En la misma línea, W. Iser cree que las experiencias de vida de cada intérprete o lector son las que dan origen a diferentes lecturas de un determinado texto literario. En definitiva, el lector ha de ir completando el sentido del texto a medida que avanza en su lectura, y ha de irlo recreando en su conciencia. Su interpretación es, pues, una creación de sentido, tanto por la compleción de lagunas como por la adecuación de perspectivas y, sobre todo, por la conversión del texto en propia experiencia.

Niveles de Interpretación Textual

Podemos distinguir una serie de niveles en la interpretación de los textos:

Nivel 1: Nivel Creador

En este nivel, el lector:

  • Identifica secuencias: Reconoce el orden de las acciones.
  • Realiza comparaciones: Identifica caracteres, tiempos y lugares explícitos.
  • Establece causa o efecto: Identifica razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.

Estos procesos se apoyan en la identificación de términos clave para la comprensión inicial del texto.

Nivel 2: Nivel Literal

En este nivel, efectuamos una lectura más profunda, ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las ideas que se suceden y el tema principal. Para ello, se pueden realizar:

  • Cuadros sinópticos
  • Mapas conceptuales
  • Resúmenes y síntesis

La mayor parte de estas técnicas son más adecuadas para textos expositivos que para literarios.

Nivel 3: Nivel Inferencial

En el nivel inferencial, buscamos relaciones que van más allá de lo leído. Explicamos el texto más ampliamente, agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta de este nivel de comprensión es la elaboración de conclusiones. Es un nivel poco practicado en la escuela, ya que requiere un considerable grado de abstracción por parte del lector. Favorece la relación con otros campos del saber y la integración de nuevos conocimientos en un todo.

Nivel 4: Nivel Crítico

En el nivel crítico, emitimos juicios sobre el texto leído, lo aceptamos o rechazamos, pero siempre con fundamentos. La lectura crítica tiene un carácter evaluativo donde interviene la formación del lector, su criterio y conocimientos de lo leído. Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad y probabilidad. Los juicios pueden ser:

  • De realidad o fantasía: Según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean.
  • De adecuación y validez: Compara lo que está escrito con otras fuentes de información.
  • De apropiación: Requiere evaluación relativa en las diferentes partes para asimilarlo.
  • De rechazo o aceptación: Depende del código moral y del sistema de valores del lector.

Nivel 5: Nivel Apreciativo

Este nivel comprende las dimensiones cognitivas anteriores e incluye una respuesta emocional al contenido. El lector debe verbalizarla en términos de:

  • Interés, excitación, aburrimiento, diversión, miedo, odio, alegría, etc.

Incluye, además, la identificación con los personajes e incidentes, la sensibilidad hacia los mismos, la simpatía y la empatía. También abarca las reacciones hacia el uso del lenguaje del autor, como los símiles y las metáforas, evaluando la capacidad artística del escritor para pintar mediante palabras que el lector puede visualizar, gustar, oír y sentir.

Si el texto es literario, tendremos en este nivel que referirnos también a los valores estéticos, el estilo, los recursos de expresión, etc. No obstante, este es un aspecto que requiere lectores más avanzados, por lo que se aconseja practicarlo en cursos superiores.

Perspectivas Psicológicas y Sociológicas de la Interpretación

Algunos críticos norteamericanos, como N. Holland y D. Bleich, fundamentan esta diversidad de lecturas en motivaciones de orden psicológico-social de los intérpretes. Según ellos, cada lector se proyectaría en la interpretación del texto tratando de descubrir temas de identidad que posibiliten la satisfacción de necesidades íntimamente sentidas.

Un ejemplo dramático es el caso, citado por Holland, de un muchacho empujado a leer compulsivamente historias de detectives para satisfacer sus impulsos agresivos hacia su madre, identificándose con el asesino. Dichos relatos no solo adquirirán el sello de sus deseos, sino que también le permitirán mitigar su culpa identificándose con la víctima y con el detective.

J. Fynley y J. Culler, por su parte, se preocupan por estudiar las convenciones o estrategias empleadas por determinados grupos de lectores en la interpretación de los textos, convenciones que varían en cada época, dando origen a diferentes lecturas e interpretaciones.