La Fe y la Conciencia: Pilares de la Existencia Humana y Cristiana
La Dimensión Humana de la Fe
La fe, a menudo asociada con la religión, es en realidad una realidad humana fundamental sin la cual no podemos vivir. Se manifiesta como confianza en uno mismo, en los demás, o en una tarea específica, constituyendo un ingrediente esencial de la existencia humana.
Creer en los Otros
En las relaciones interpersonales, la fe se traduce en confiar en los demás. La convivencia social es imposible sin un mínimo de fe mutua, ejemplificado en compromisos como el “sí quiero”. Al ayudar a otros, actuamos con la convicción de que nuestro esfuerzo puede aportar valor a sus vidas.
Creer en los Valores
Las personas necesitamos un conjunto de valores y actitudes que consideramos esenciales para una vida plena y digna. La adhesión a estos valores implica la fe en su importancia y necesidad para una existencia verdaderamente humana.
La Fe Cristiana
La fe en Dios ha proporcionado al ser humano respuestas a las preguntas fundamentales sobre el sentido de la vida, la muerte y el más allá. A pesar del avance científico, la fe ha perdurado a lo largo de todas las culturas y épocas, demostrando que la persona es intrínsecamente un ser religioso.
Características de la Fe Cristiana
- Es un don de Dios, una gracia divina que se manifiesta en el acercamiento de Dios a la persona.
- Supone una opción libre y voluntaria para responder a la invitación divina.
- Implica una adhesión a una persona y a un mensaje concreto, transmitido a través de figuras cualificadas como los apóstoles y la Iglesia.
- Requiere una actitud racional y reflexiva, utilizando la inteligencia para comprender las enseñanzas de Jesús.
- Es comunitaria, vivida en unión con otros creyentes en la Iglesia fundada por Jesús.
- Conlleva una actitud comprometida, implicando afectivamente a los creyentes.
La Actitud de los Creyentes
El creyente se caracteriza por:
- Analizar la realidad de la persona concreta, buscando las causas de las diversas situaciones humanas.
- Asumir la realidad, similar a la entrada de Jesús en la historia de la humanidad, especialmente al lado de los pobres.
- Transformar la realidad a través de su fe y acción.
La Persona, un Ser Moral
La moral es una dimensión de la realidad humana donde los actos pueden ser calificados como buenos o malos. La ley moral, como norma objetiva de conducta proveniente de Dios, nos ayuda a actuar de acuerdo con la razón. A diferencia de los animales, que se guían por el instinto, los seres humanos nacemos menos condicionados y necesitamos un mayor aprendizaje debido a nuestra libertad. La moral nos orienta en la elección de las posibilidades más adecuadas para nuestra vida.
La Conciencia Moral
La conciencia moral es una característica inherente a la condición humana. Es la capacidad de valorar nuestras acciones, de juzgar si lo que hacemos es bueno o malo, justo o injusto. Actúa como una voz interior o un indicador interno concedido por Dios, que nos guía y corrige.
La Doctrina Cristiana sobre la Conciencia
La conciencia nos revela la ley del amor a Dios y al prójimo. La fidelidad a la conciencia une a los cristianos con los demás en la búsqueda de la verdad. Los principios que deben orientar la conciencia son:
- El doble mandamiento del amor.
- La búsqueda del bien.
- La verdad.
Educación y Formación de la Conciencia
Es fundamental educar y formar la conciencia, tanto de forma autónoma como dejándose orientar por otros. Los educadores ayudan en este proceso al:
- Descubrir lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto.
- Alegrarse con el bien.
- Aprender sobre valores, normas y preceptos.
- Relacionar las normas con la llamada de Dios a la libertad humana.
Decidir en Conciencia
Es crucial tener en cuenta la conciencia al tomar decisiones. Sin embargo, la conciencia puede emitir juicios conformes a la razón y a la ley de Dios, o juicios erróneos. Por ello, es esencial formar la conciencia y poseer criterios claros para decidir en conciencia.