Introducción a los Dialectos del Castellano

La extensión del castellano o español por toda la península no supuso una uniformidad total de sus usos lingüísticos. Históricamente, toda lengua es un dialecto de aquella de la cual procede. Así, el castellano y el catalán fueron dialectos del latín, y el andaluz y el canario son dialectos del castellano. A partir de aquí, hay dialectos que se transforman en lenguas y otros que siguen siendo dialectos. El requisito fundamental para que un dialecto se convierta en lengua es tener una norma lingüística propia, un modelo ideal al que aspira todo hablante al intentar expresarse correctamente.

Dialectos Históricos del Latín: Asturleonés y Aragonés

Por factores históricos y sociales, la presión del castellano los ha reducido a un conjunto de hablas locales muy diversas, de carácter rural, sin apenas expresión escrita y carentes de una norma común que las unifique y las estabilice.

Características Generales de los Dialectos del Castellano

La vitalidad del castellano no solo se muestra en su amplia difusión, sino también en su notable unidad. Esta unidad no se ve afectada por la existencia de diferentes modalidades dialectales, ya que cualquier hablante del castellano puede entenderse con otro de una variedad dialectal diferente. No ocurre lo mismo con las lenguas.

Zonas Dialectales del Castellano en España

En la zona española podemos distinguir tres variedades principales:

1. Zona de Hablas Septentrionales (Norte Peninsular)

Corresponde aproximadamente a las primeras áreas castellanizadas. Es más conservadora lingüísticamente y mantiene muchos de los rasgos que caracterizaron originalmente al castellano. Ejemplos de provincias incluyen Salamanca, Ávila y Madrid.

Rasgos Principales de las Hablas Septentrionales:
  • Diferenciación fónica entre ‘s’ y ‘z’.
  • Pérdida de la -d- intervocálica en la terminación -ado (ej: *cansao* por *cansado*).
Variedades Específicas del Norte Peninsular:
a) Variedad Norteña Central

Se extiende desde Cantabria hacia el sur, por la Alcarria y Madrid, hasta La Mancha. Algunos de sus rasgos son:

  • Pronunciación fuerte de la -d final, que se articula como una ‘z’ (ej: *Madriz*).
  • Uso descuidado de una -s en la 2ª persona del singular del pretérito perfecto simple (ej: *comistes* en lugar de *comiste*).
  • Pérdida de la -d- intervocálica en los participios (ej: *he llegao*) o el uso del infinitivo a modo de imperativo (ej: *¡venir a casa ya!*).
b) Variedad Aragonesa

Rasgos más característicos:

  • Destaca por la entonación ascendente.
  • Tendencia a pronunciar como llanas palabras esdrújulas (ej: *médicos, árboles*…).
  • Uso del diminutivo en -ico (ej: *bonico*).
  • Uso del pronombre sujeto como objeto (ej: *te has olvidado de yo*…).
c) Variedad Leonesa
  • Uso de la negación *non*.
  • Uso del diminutivo -ín, -ina.

2. Zona de Hablas Meridionales (Sur Peninsular y Canarias)

Esta zona abarca el sur de la Península y Canarias, con rasgos más relacionados con el español de América. Se caracteriza por la simplificación del sistema consonántico (las consonantes se relajan).

Características Generales de los Dialectos Meridionales:
  • El seseo: existe seseo cuando se pronuncia ‘s’ en vez de ‘c’ o ‘z’ (ante ‘e’, ‘i’).
  • El ceceo: se pronuncia ‘z’ en lugar de ‘s’. El ceceo está poco extendido, pertenece a algunas zonas del sur de Extremadura y rurales de Andalucía.
  • Pérdida de la -d- intervocálica al final de palabra (ej: *cuadrao* por *cuadrado*, *sentío* por *sentido*).
  • Relajación de la -s final de sílaba (ej: *casco* / *kahko*, *avispa* / *abihpa*).
  • Intercambio de las consonantes finales ‘r’ por ‘l’ (ej: *calne* por *carne*, *sordao* por *soldado*).
Variedades Específicas del Sur Peninsular:
a) Andaluz
  • En general, presenta más *arabismos*. (En la Edad Media, la civilización musulmana tenía algunos adelantos en varias disciplinas con respecto a la cristiana. Prueba de esto es que la mayoría de los arabismos se relacionan con técnicas y oficios: *ajedrez, guitarra, albañil, alcázar, almohada*).
  • Como características fónicas, presenta: *ceceo* y *seseo*.
  • Confluencia de *vosotros* y *ustedes*. El uso de *ustedes* en lugar de *vosotros*, tanto para el tuteo como para la cortesía, es muy frecuente en el occidente andaluz, excepto en el norte de las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva, y la mayor parte de la provincia de Málaga.
  • Uso de sufijos -illo, -illa (ej: *chiquillo*).
b) Canario

A partir del siglo XV, el castellano se fija en Canarias, pero conserva todas las características propias de las lenguas meridionales de la península: *seseo* generalizado y confusión entre -l y -r al final de sílaba.

  • Preferencia por el pretérito perfecto simple frente al compuesto.
  • Palabras de origen americano, que proceden fundamentalmente del Caribe y fueron introducidas en Canarias.

3. Variedades de Transición (Zona Central)

En el centro de la península hay variedades de transición, como el extremeño y el murciano. Se definen por *isoglosas*, es decir, líneas imaginarias que delimitan la extensión de determinado rasgo lingüístico.

a) Extremeño

Mezcla caracteres *leoneses* y *meridionales*.

  • Rasgos leoneses: uso de sufijos en -ino.
  • Rasgos meridionales: pronunciación de ‘r’ en lugar de ‘l’ en posición final de sílaba (ej: *carcetines* por *calcetines*).
b) Murciano

Presenta rasgos *aragoneses* y *catalanes*, como los diminutivos en -ico, y rasgos *meridionales*: *ceceo, seseo* y confusión entre ‘r’ y ‘l’.