Grandes Revoluciones Europeas del Siglo XIX: Francia y Bélgica
La Revolución Belga de 1830
Si en Francia el liberalismo fue el motor de la revolución, en Bélgica la Revolución de 1830 estuvo motivada principalmente por el nacionalismo.
El Congreso de Viena había unido Bélgica y Holanda en el Reino de los Países Bajos, con el objetivo de fortalecer la frontera francesa.
El partido que mejor recogió las aspiraciones de los belgas fue la “Asociación Patriótica” de Louis de Potter, de inspiración liberal-nacionalista.
El rey Guillermo I intentó limitar la libertad de prensa para evitar la propagación de las ideas liberales. Esto, junto al malestar económico, hizo que las posturas entre holandeses y belgas fueran cada vez más antagónicas.
Los sucesos de Francia (las jornadas revolucionarias de julio de 1830) se conocieron en Bélgica y comenzaron los desórdenes. Los manifestantes pidieron la autonomía. La burguesía belga, por temor a la radicalización, permaneció al margen y se puso del lado de las autoridades.
Se formó una Junta de Defensa que se convirtió en gobierno provisional. Esta Junta declaró la independencia el 4 de octubre de 1830 y solicitó el apoyo de Francia.
La Revolución Francesa: Causas y Desarrollo
Causas de la Revolución Francesa
La difusión de las ideas de los ilustrados, el desarrollo burgués y el ejemplo de la Revolución Americana contribuyeron a un cambio significativo en Europa.
Impacto de la Ilustración y la Revolución Americana
La Constitución americana defendía los siguientes principios:
- Derechos de los ciudadanos.
- Separación de poderes.
- Principios de igualdad.
- Derecho a escoger gobernantes.
Los principios ilustrados y el ejemplo de la Revolución Americana aportaron nuevas ideas contra el Antiguo Régimen.
Crisis Económica y Social
A finales del siglo XVIII, el Tercer Estado aspiraba a profundas reformas sociales. En 1789, dos crisis económicas agravaron la situación y precipitaron la revolución:
- Crisis económica: Consecuencia de malas cosechas desde 1760. Esto generó un gran descontento y un espíritu de rebeldía.
- Crisis financiera: Originada por la falta de dinero para sufragar los gastos del Estado. Los ministros propusieron que los privilegiados pagaran impuestos, y estos exigieron la convocatoria de los Estados Generales.
1789: El Estallido Revolucionario
En mayo de 1789, se abrieron los Estados Generales en Versalles y se reunieron los representantes de los tres Estados. Ante la negativa de los privilegiados de un mayor número de representantes del Tercer Estado, estos abandonaron la sala y se erigieron en Asamblea Nacional, comprometiéndose a crear una Constitución.
El 14 de julio, se asaltó la Bastilla y la rebelión se extendió al campo. En otoño de 1789, Luis XVI aceptó la Asamblea Nacional.
El Desarrollo de la Revolución Francesa
Monarquía Constitucional (1789-1792)
La burguesía intentó convertir Francia en una monarquía constitucional. La Asamblea Nacional:
- Abolió una Declaración de Derechos.
- Promulgó una Constitución.
Tras la aprobación de la Constitución, se creó una Asamblea Legislativa.
La familia real buscó el apoyo de otras monarquías, y el rey fue detenido.
República Social (1792-1794)
El 10 de agosto de 1792, se asaltó el palacio de las Tullerías y en septiembre se proclamó la República.
Convención Girondina (1792-1793)
La República quedó en manos de los girondinos. La Convención Nacional ejecutó a Luis XVI y a María Antonieta.
Se formó una coalición absolutista de otras monarquías y, en el interior, surgieron conspiraciones realistas.
Convención Jacobina (1793-1794)
En junio de 1793, los jacobinos se hicieron con el poder, y el poder ejecutivo quedó en manos de Robespierre.
- El Comité de Salvación Pública suspendió las libertades.
- Los tribunales revolucionarios castigaban a los que se oponían al gobierno (el Terror).
- Se promulgaron una serie de leyes sociales.
El Directorio (1794-1799)
Tras la caída de Robespierre, el poder fue controlado por sectores más moderados. Se anularon las leyes jacobinas y se promovió el retorno de los exiliados.
Una nueva Constitución otorgó el poder ejecutivo al Directorio. En 1799, Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado, poniendo fin a la Revolución Francesa.
La Revolución Francesa de 1848
La monarquía de Luis Felipe de Orleans se había vuelto conservadora y solo estaba apoyada por la alta burguesía. La oposición, compuesta por las clases medias, exigía una reforma para ampliar el sufragio. El gobierno, con el primer ministro Guizot, en vez de hacer concesiones, se opuso con más energía a las peticiones, limitando las libertades.
El 22 de febrero de 1848, la oposición no consiguió permiso para reunirse en un acto político. La negativa gubernamental provocó manifestaciones y la creación de barricadas.
La policía actuó, pero no obedeció la orden de disparar contra los obreros y estudiantes.
El gobierno (heterogéneo) comenzó a encontrar problemas:
- En el ámbito internacional, encontró la oposición de los países absolutistas, que pretendían invocar los tratados de 1815.
- En la economía, muchos bancos e industrias habían cerrado debido a una crisis financiera e industrial.
Se convocaron elecciones para una Asamblea Constituyente, donde resultó triunfador el partido republicano de Lamartine, de tendencias conservadoras, por lo que la revolución social se dejó de lado.
En la sociedad francesa hubo un giro hacia posiciones conservadoras. Se eligió presidente de la República a Luis Napoleón Bonaparte (sobrino de Napoleón), quien contó con el apoyo de los monárquicos. En 1850, se suprimió el sufragio universal.
En 1852, se planteó el problema de la reelección, que la Constitución impedía (solo un mandato).
Luis Napoleón intentó que la Asamblea revisara la Constitución. Al no conseguirlo, pretendió granjearse el apoyo del pueblo (prometiendo restablecer el sufragio universal) y del ejército. En diciembre de 1851, Bonaparte firmó dos decretos:
- Disolución de la Asamblea.
- Restablecimiento del sufragio universal.