El Pentateuco: La Torá

El Pentateuco o la Torá (en hebreo) es el conjunto de los cinco primeros libros de la Biblia, que son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. La palabra hebrea Torá significa enseñanza, instrucción o Ley, de manera que en sus cinco libros se recogen las enseñanzas de Dios al pueblo de Israel.

El Libro del Génesis

Las primeras páginas de la Biblia comienzan con el Libro del Génesis, que en griego significa “orígenes”; en él se narra la creación del Universo. Génesis es la traducción de la palabra hebrea “Bereshit” que significa “en el principio” y que es la palabra con la que empieza el libro más leído del mundo. Este libro narra, como dice su nombre, los orígenes o principios del mundo, y el comienzo de un pueblo: el pueblo de Israel. En él aparecen personajes muy importantes en la historia de este pueblo, como son Abraham, Isaac y Jacob, que forman el grupo que llamamos los Patriarcas.

División del Génesis

El Libro del Éxodo

El Libro del Éxodo es la historia de la salida y liberación del pueblo de Israel de su esclavitud en Egipto, su marcha por el desierto y la Alianza de Dios con su pueblo en el monte Sinaí. El personaje más importante de esta historia es Moisés, nombre que, según la tradición, significa “salvado de las aguas”. Moisés será el mediador entre Dios y su pueblo que seguirá fielmente el plan de salvación y liberación del Señor.

División del Éxodo

  1. Lucha por la libertad y preparación de la salida.
  2. Salida de los israelitas de Egipto guiados por Moisés.
  3. La Alianza del Sinaí.
  4. Construcción del tabernáculo, símbolo de la morada de Dios en medio del pueblo.

El Libro del Levítico

El Libro del Levítico está dedicado principalmente al culto que los israelitas debían rendir a Dios y a las personas que estaban dedicadas en exclusiva a ese culto, que eran los descendientes de la tribu o familia de Leví, llamados Levitas, de donde deriva el título de este libro. Todas estas leyes fueron dadas por Dios a Moisés para que el pueblo de Israel le rindiera culto como Dios deseaba.

Partes del Levítico

  1. Leyes en torno a los sacrificios.
  2. Consagración de los sacerdotes.
  3. Leyes y reglas de pureza ritual.
  4. La ley de santidad.

El Libro de Números

El título hebreo de este libro es “En el desierto”, y define bastante mejor que el de Números el contenido del mismo. Al traducirlo al griego se le puso el nombre de Números porque en él se expone el censo que Dios mandó hacer a Moisés de todos los israelitas y de sus tribus o familias. Las historias que nos cuenta este libro pertenecen a parte de la estancia de los israelitas en el desierto, experiencia fundamental de este pueblo en su relación con Dios.

Partes de Números

  1. En el Sinaí hasta la partida.
  2. Viaje a través del desierto.
  3. En los Llanos de Moab.

El Libro del Deuteronomio

El libro del Deuteronomio narra las palabras que Moisés dirigió a su pueblo cuando llegaron a los Llanos de Moab, a las puertas de la Tierra Prometida y a punto de pasar el río Jordán. Presintiendo cercanos los días de su muerte, Moisés quiso dar al pueblo sus últimas instrucciones.

Temas principales del Deuteronomio

En este libro hay cinco grandes temas: Dios, el pueblo, la tierra, la ley y el santuario. El Señor es el Dios de Israel y este es su pueblo, su propiedad, al que Dios ha dado una tierra, “tierra que mana leche y miel”. Para poder vivir en la tierra de Canaán el pueblo necesita una ley y un único lugar donde rendir culto a su Dios: el santuario.

Libros Históricos

Este conjunto de 16 libros narra la entrada de Israel en la Tierra Prometida, la institución de la monarquía, las luchas de Israel con sus enemigos, el destierro a Babilonia y el retorno, así como la lucha del pueblo de Israel contra el helenismo. Es la historia de la misericordia de Dios y de las infidelidades del pueblo.

El Libro de Josué

La figura central es Josué, personaje que fue designado por Dios como sucesor de Moisés. Este libro tiene dos partes. En la primera se nos cuenta la entrada y conquista de algunas ciudades, como la ciudad de Jericó, y la segunda parte nos cuenta cómo se distribuyó la Tierra Prometida entre las doce tribus de Israel. Después del largo caminar de los israelitas por el desierto, ahora pueden descansar en la tierra que Dios había prometido a Abraham.

El Libro de los Jueces

Con la palabra “Jueces” se designa el periodo que va desde que los israelitas entraron en la Tierra Prometida hasta que consiguieron tener reyes que gobernaran su país. Los Jueces fueron elegidos por Dios como guerreros que lucharon por restablecer el asentamiento de las tribus de Israel en Canaán. Son héroes o libertadores como Débora, Gedeón, Jefté y Sansón.

El Libro de Rut

El libro de Rut cuenta la historia de una familia de Belén de Judá que tuvo que viajar a Moab debido al hambre que había en el país. Al poco tiempo murió Elimelec, marido de Noemí. Sus dos hijos se casaron con mujeres moabitas, pero diez años después murieron también los hijos, de manera que su madre Noemí quedaba sola y desamparada en un país extraño. La historia está situada en un periodo histórico de transición: es el paso de los Jueces a la Monarquía. La principal protagonista es Rut, una extranjera moabita que no abandonará a su suegra Noemí y que regresará con ella a Belén. Allí Rut decide volver a casarse. Fruto de su matrimonio nacerá Obed, abuelo del rey David. Este relato, escrito alrededor del siglo IV a.C., enseña que los extranjeros también pueden formar parte del pueblo de Israel, a pesar de que Esdras había obligado a todas las mujeres extranjeras casadas con israelitas a volver a sus países. Rut se integrará en la comunidad de Israel y aceptará a Yahvé como único Dios.

Los Libros de Samuel

Los libros de Samuel son dos libros que relatan los primeros días de Samuel, su nacimiento, la forma en que Dios lo llamó y las cosas que hizo como juez y salvador de Israel. Siendo ya anciano, los representantes de Israel se dirigieron a él para expresarle su deseo de tener un rey. Samuel nombró a Saúl rey, pero poco a poco su reino se fue desvaneciendo y Saúl fue rechazado por Dios. David sería consagrado rey de todo Israel y llegaría a ser el rey más famoso de toda la historia de Israel.

Los Libros de los Reyes

Los dos libros de los Reyes abarcan desde los últimos días de la vida del rey David hasta el destierro a Babilonia. Se compone de la historia del rey Salomón, la historia de los Reinos de Israel y Judá, y la historia del reino de Judá hasta su destrucción.

Los Libros de las Crónicas

Estos dos libros nos ofrecen un amplio panorama de la historia de la Salvación, desde los orígenes del hombre hasta los tiempos del destierro en Babilonia. Comienza con la genealogía de Adán hasta la del rey David, junto con la descripción de su reinado. Continúa con el reinado del rey Salomón y con la historia del reino de Judá sin incluir a Israel, y termina con la muerte de Salomón hasta el destierro a Babilonia.

Los Libros de Esdras y Nehemías

Los libros de Esdras y Nehemías, que en un principio formaban un solo libro, nos relatan el retorno a Jerusalén de los judíos desterrados en Babilonia gracias al rey persa Ciro, la reconstrucción del Templo de Jerusalén destruido y el establecimiento de la nueva comunidad judía en la Tierra Santa bajo la guía de la Ley.

El Libro de Tobías

El libro de Tobías es un relato que enseña cómo la fidelidad a Dios merece la pena, aun en los peores momentos del destierro. Su principal protagonista, Tobit, es un israelita desterrado con su familia a la ciudad de Nínive que llegará a ser administrador del rey. El bien que hace le trae continuamente desgracias, pero él sigue fiel a su Dios a pesar de que se quedará ciego y sin dinero. Su oración será escuchada por Dios y le traerá las bendiciones de Dios para él y para todos los que le rodean.

El Libro de Judit

El libro de Judit es la narración de la intervención de Dios en la Historia de la Salvación a través de una mujer. Dios actúa para liberar a su pueblo de la tiranía de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Varios pueblos le niegan su ayuda y este decide castigarlos. Uno de estos pueblos es Judea y en él vive una mujer llamada Judit que será el instrumento de Dios para vencer al rey y liberar a su pueblo. Judit se convertirá así en una heroína que Dios utiliza para liberar a su pueblo de la opresión y hacer justicia.

El Libro de Ester

El destierro del pueblo de Israel le lleva a vivir bajo la amenaza de desaparecer durante el reinado del persa Asuero. Gracias a la intervención de Ester, una mujer judía que llega a convertirse en reina, el pueblo será liberado. Este acontecimiento es el motivo por el que se va a celebrar la fiesta de los Purim, y el Libro de Ester intenta explicar el porqué de esta fiesta judía y cómo Dios vuelve a estar de nuevo al lado de su pueblo para volver a salvarlo.

El Primer Libro de los Macabeos

Los acontecimientos narrados en el primer libro de los Macabeos se van a desarrollar en el contexto histórico de la conquista de Palestina por parte de Alejandro Magno. Al morir este en el 323 a.C., sus sucesores se reparten el imperio y Palestina queda en manos de los Tolomeos hasta el año 198 a.C., y después en manos de los Seleúcidas de Siria. Estos intentan imponer sus costumbres sociales y religiosas al pueblo judío, pero este se va a rebelar cuando Antíoco IV entra con sus tropas y profana el Templo. El libro cuenta cómo la familia de los Macabeos se levantará militarmente contra Antíoco para mantener la identidad de su pueblo y recuperar la independencia.

El Segundo Libro de los Macabeos

En contra de lo que podía esperarse, el segundo libro de los Macabeos no es la continuación del primero. Al contrario, narra lo que sucede en el periodo anterior a la rebelión de los Macabeos, justo antes de que Antíoco IV comience su persecución contra los judíos. Su autor, probablemente un fariseo, pretende ganarse y convencer al lector para su causa. Su autor entiende que el pueblo judío no puede vivir bajo la opresión y el dominio de otro pueblo y perder su identidad.

Libros Proféticos

Este conjunto de 18 libros cuenta la vida de unos personajes muy importantes en la Historia de la Salvación: los Profetas. Recogen los datos de sus biografías, los discursos y las advertencias constantes que estas personas hacían al pueblo y a sus gobernantes para que no se apartaran del camino que Dios había indicado a su pueblo. El profeta es un hombre de Dios que actúa como guardián de la alianza que Dios había hecho con su pueblo, denuncia las situaciones de injusticia e idolatría y anuncia la Salvación de Dios por medio de un Mesías libertador.

El Libro de Isaías

El Libro de Isaías consta de 66 capítulos, aunque hoy día se sabe que solo los 39 primeros fueron escritos por el Auténtico Isaías. El resto de los capítulos son considerados posteriores y así se habla de un Segundo Isaías, que habría escrito los capítulos 40 al 55, y de un Tercer Isaías que sería el autor de los capítulos 56 al 66. Las ideas que se desarrollan en el Primer Isaías son: la santidad de Dios, la conciencia de pecado del pueblo, la elección de Judá y Jerusalén como resto que heredará las promesas de Dios, y la fe en la descendencia de David que traerá la salvación por medio de un Mesías y que sería rey de paz y justicia. El Segundo Isaías recibe también el nombre de Libro de la Consolación, y en él su autor anuncia una nueva creación y desarrolla los cuatro cantos del Siervo de Yahvé que son considerados como un preanuncio del Mesías Salvador. El Tercer Isaías es considerado como obra de varios autores y en él se trata de cimentar la nueva comunidad judía tras el destierro con visiones del futuro de la nueva Jerusalén.

El Libro de Jeremías

El profeta Jeremías era descendiente de una familia de sacerdotes y fue llamado por Dios muy joven para que anunciara las desgracias en las que iba a caer su pueblo. Esto le acarreó la enemistad y persecución del pueblo y de los gobernantes. Es muy difícil decir quién y cómo fue redactado el Libro de Jeremías, aunque parece que Baruc, “el secretario”, realizó gran parte de la obra. En este libro Jeremías predice la deportación a Babilonia y la destrucción del Templo de Jerusalén. Sus profecías están llenas de amenazas y promesas de un Mesías libertador. Es el primer profeta que anuncia una “Nueva Alianza” de Dios con su pueblo que será definitiva, ya que Dios escribirá su Ley en el corazón de los hombres.

El Libro de las Lamentaciones

El Libro de las Lamentaciones lleva el título hebreo de qinot que significa “llantos, lamentaciones”. Los Setenta y la Vulgata colocan este libro detrás del profeta Jeremías, atribuyéndoselo a él, aunque esto no tiene grandes fundamentos. Se cree que fue escrito a raíz de la destrucción de Jerusalén (587 a.C.) y se sabe que ya estaba escrito antes de la reedificación del Templo de Jerusalén en el año 515 a.C. El contenido del libro son las lamentaciones o cantos por los muertos. Aquí el muerto es todo un pueblo o una ciudad, personificados en una viuda y una madre que se ha quedado sin marido y sin hijos. En todo el libro están presentes los temas del destierro y de la destrucción de Jerusalén. Sin embargo, en medio de tanta desolación surge un sentimiento de arrepentimiento y confianza en Dios, que son el valor permanente de la obra.

El Libro de Baruc

Según se afirma en el propio libro, Baruc era hijo de Nerías y hermano de Seraías, de familia influyente en Jerusalén. Fue amigo y colaborador de Jeremías, quien le confió el encargo de copiar sus profecías y oráculos y leerlos en el Templo. Según el comienzo del libro, este habría sido escrito en Babilonia después de la destrucción de Jerusalén; sin embargo, parece ser que su composición es muy posterior. Se trata de un conjunto heterogéneo en el que figuran una introducción, una oración de los desterrados, un himno a la Sabiduría y una carta atribuida a Jeremías.

El Libro de Ezequiel

El autor de este libro profético es el sacerdote Ezequiel. Parece ser que Ezequiel fue llevado a Babilonia después de la primera deportación en el año 597 a.C. y es allí donde, después de cinco años, siente la vocación de profeta que llevará a cabo durante veinte años. El Libro de Ezequiel expresa gran preocupación por el Templo que ha sido profanado y manchado y al que el profeta anuncia que volverá la gloria de Dios. La primera parte del libro anuncia la destrucción total de su patria. Después de las profecías contra las naciones extranjeras viene la tercera parte que anuncia las promesas de Dios a los desterrados que algún día volverán a su patria para construir el nuevo reino de Dios.

El Libro de Daniel

El Libro de Daniel fue escrito en el siglo II a.C. por un autor desconocido, aunque pudo ser uno de los maestros de la Ley que, en tiempos de la gran persecución ocurrida en la época de los Macabeos, animó al pueblo a mantener su fe en Dios. Consta de catorce capítulos que narran cómo Daniel, que es el protagonista, y sus compañeros salen victoriosos de la persecución a la que son sometidos. Hay también cuatro sueños y visiones del final de los tiempos y las narraciones de la historia de Susana, y de Bel y el dragón. Más que un libro profético debe considerarse un libro de enseñanza religiosa, que fue escrito con la intención de dar sentido a la historia y mostrar a los judíos que vivían en contacto con otros pueblos cómo debían permanecer fieles en la fe, llegando incluso al martirio a ejemplo de Daniel.

El Libro de Oseas

Oseas profetizó en el Reino de Israel entre los años 750-725 a.C., coincidiendo también con el profeta Amós. Oseas sufrió la infidelidad de su mujer a la que amaba profundamente. Esta experiencia personal será la que le servirá de símbolo para expresar las relaciones entre Dios y su pueblo. Oseas acusa a Israel por sus infidelidades, las cuales le traerán calamidades y desastres. A este profeta se le debe haber introducido en el lenguaje bíblico el simbolismo del amor humano, una originalidad que será aprovechada por Jeremías, Ezequiel, el Segundo Isaías y también por la tradición cristiana. El libro consta de catorce capítulos que pueden dividirse del siguiente modo: 1. Matrimonio de Oseas y comparación con la relación entre Dios y su pueblo; 2. Crímenes y castigo de Israel por su infidelidad; y 3. Conversión de Israel y vuelta al Amor de Dios.

El Libro de Joel

No tenemos datos biográficos sobre este profeta, aunque se le suele situar entre los siglos V y IV a.C. Su libro es muy corto y solo tiene cuatro capítulos que dividimos en dos partes: una primera donde la invasión de la langosta provoca el dolor y la muerte; y una segunda en la que se describe, con estilo apocalíptico, la nueva era y el Día de Yahvé.

El Libro de Amós

Amós era un pastor que vivía en Tecua, una ciudad del Reino del Sur. Se sintió llamado por Dios para ser su profeta, primero en Judá y más tarde en Israel, durante el reinado de Jeroboam II (783-743). Amós es un profeta valiente que denunciará el lujo y las injusticias de los ricos, la explotación de los pobres, el culto vacío… Por eso anunciará que la ruina está cerca.

El Libro de Abdías

No tenemos ningún dato personal de este profeta. Su libro, de un solo capítulo, es el más breve de todo el Antiguo Testamento. Es considerado como uno de los profetas del tiempo del destierro y denunciará a Edom, uno de los países enemigos, por aprovecharse de la ruina de Israel para invadir Judea.

El Libro de Jonás

El Libro de Jonás no es un libro profético; narra la historia de un profeta que se va a rebelar contra la misión que Dios le encomienda. En lugar de ir a Nínive, capital de los asirios, para que se convirtieran y creyeran en Yahvé, Jonás trata de huir y se embarca hacia Tarsis. En medio de una tempestad es arrojado al agua, donde es tragado por un gran pez que le devolverá a la orilla al cabo de tres días. Ya en la ciudad, Jonás no tendrá más remedio que cumplir su misión y así será como los habitantes de Nínive se convertirán y serán perdonados por Dios. Este libro pretende enseñar a los lectores la misericordia y el amor de Dios incluso con un pueblo perverso como el de Nínive.

El Libro de Miqueas

Miqueas, que significa “¿quién como Yahvé?”, fue profeta de Judá en tiempos de Isaías durante el siglo VIII a.C. Era hijo de un campesino y, al igual que Amós, denunciará las injusticias, el lujo, la explotación y la violencia. Su libro tiene siete capítulos en los que se intercalan denuncias y promesas de salvación.

El Libro de Nahum

Nahum, el consolado, ejerció su misión profética en Judá en el siglo VII a.C. Tres son los capítulos que tiene su libro y en él Nahum celebra la caída de Nínive, ciudad que representa para Israel y para Judá opresión, destrucción y miedo, y que es el símbolo de la injusticia y el mal.

El Libro de Habacuc

Solamente sabemos de este profeta que debió vivir a finales del siglo VII a.C. Su libro tiene tres capítulos que dividimos en tres partes: 1. Diálogo entre el profeta y Dios; 2. Pregunta y respuesta de Dios; 3. Canto del triunfo final de Dios. El profeta interroga a Dios por su presencia en la Historia: ¿Por qué Dios castiga a una nación sirviéndose de otra nación que es más culpable? El profeta responde con una frase que tiempo más tarde San Pablo utilizará para hablar de la Fe: “El justo vivirá por su fidelidad“.

El Libro de Sofonías

Sofonías, que significa “Yahvé guarda”, fue un profeta que profetizó en Jerusalén en la segunda mitad del VII a.C. en tiempos de Josías, rey de Judá, aunque se supone que fue antes de que este rey iniciara una reforma religiosa muy importante. La denuncia de Sofonías es contra las naciones y contra su pueblo por el orgullo, la prepotencia, la avaricia y otros pecados. El anuncio es para los “pobres de Yahvé” (anawin en hebreo), un pequeño resto de personas humildes que se abren a Dios y a sus promesas.

El Libro de Ageo

Ageo fue uno de los hebreos que volvió del destierro de Babilonia con el príncipe Zorobabel y actuó como profeta, junto a Zacarías. La primera vez que los israelitas volvieron del destierro a su país fue tras la orden de Ciro en el año 538 a.C. Veinte años después un nuevo grupo de deportados vuelve a su país y con el impulso de Ageo se inicia la reconstrucción del Templo entre los años 520 al 515. El libro consta de dos capítulos en los que el profeta denuncia que, desde el regreso del destierro, la gente se ha construido casas suntuosas mientras el Templo, la casa de Dios, continúa en ruinas.

El Libro de Zacarías

Zacarías, que significa “Yahvé recuerda”, es probablemente otro de los que volvieron del destierro como Ageo. Su libro tiene catorce capítulos de los que solo los ocho primeros fueron escritos por él. Los seis restantes se escribieron a finales del siglo IV por otro segundo autor. En los ocho capítulos de Zacarías encontramos la misma preocupación por el Templo que tiene Ageo y en los seis últimos se anuncian tiempos mejores con la restauración de Israel y una Jerusalén nueva y esplendorosa a la que vendrán todas las naciones a rendir homenaje a Yahvé.

El Libro de Malaquías

La época más probable en que se escribió este libro es la primera mitad del siglo V después de la reconstrucción del Templo y antes de que Esdras prohibiera los matrimonios con mujeres extranjeras. A lo largo de los tres capítulos que tiene el libro, el profeta denuncia las faltas cometidas por los sacerdotes y el pueblo, y condena los matrimonios mixtos y los divorcios.

Libros Poéticos y Sapienciales

Este conjunto comprende dos libros poéticos: Salmos y Cantar de los Cantares, y cinco libros que llamamos sapienciales: Job, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría. El pueblo de Israel cultivó la poesía desde sus orígenes y lo mismo podemos decir de lo que llamamos género sapiencial, aunque este está unido al nombre de Salomón, al que Dios concedió sabiduría e inteligencia sin medida y de quien se dice que pronunció más de 3000 proverbios que estarían escritos en el Libro de los Proverbios.

El Libro de Job

El Libro de Job lleva el nombre de su protagonista, aunque probablemente no sea una figura histórica. Job representa a todos los hombres justos que se preguntan por el sufrimiento y el dolor humano. El relato nos muestra a Job, hombre justo que será despojado de sus bienes e hijos, y además herido y enfermo sin que él haya hecho nada para merecerlo. Job mantendrá su fidelidad a Dios a pesar de que su mujer le incita a no hacerlo, y su fidelidad será premiada por Dios.

El Libro de los Salmos

El Libro de los Salmos es una colección de 150 oraciones y poesías que expresan la historia del pueblo, sus dolores y alegrías, su fe, su amor y su esperanza. Sobre sus autores sabemos bien poco. Al rey David se le atribuyen 73, pero no está muy claro que él sea su autor. En hebreo el libro recibe el nombre de tehil-lim que significa himnos, pero este título solo serviría para cierto número de salmos. En griego psalterion significa el instrumento de cuerda que acompañaba al canto. Se cree que fueron compuestos entre los siglos X y III a.C. y la mayor parte son posteriores al destierro, ya que fueron compuestos al reconstruir el Templo para la liturgia.

El Libro de los Proverbios

El título del libro en hebreo sería mesalim, que podríamos traducir al español como proverbios, refranes, máximas o parábolas. Es un conjunto de sentencias morales y religiosas muy antiguas. Algunas de ellas fueron escritas antes de Salomón, del que se dice que habría sido el autor del libro, aunque evidentemente no habría sido el único. En cuanto al contenido, un detalle muy importante es que la Sabiduría aparece por primera vez personificada, es decir, como si esta fuera una persona. Además en él se enseña a discernir entre el bien y el mal y los caminos para conseguir la felicidad.

El Libro del Eclesiastés

En hebreo, el título Qohélet se interpreta de varios modos. Para algunos sería un nombre propio, aunque para la mayoría es el participio del verbo hebreo gahal que significa “reunirse”, “dirigir la palabra”. Designaría al que dirige la palabra en la reunión del pueblo. De ahí la traducción de los Setenta, “el Eclesiastés“, es decir, “el predicador”. El autor podría ser un judío de Jerusalén que vivió probablemente antes del siglo III a.C. El libro carece de estructura definida. Son diversos pensamientos en torno al tema de la vanidad de las cosas humanas.

El Cantar de los Cantares

Cantar de los Cantares” es la traducción que los Setenta y la Vulgata hacen del título hebreo sir assirim y que quiere decir “el cantar más bello”. En el versículo 1 del libro se dice: “Cantar de los cantares, de Salomón”, aunque esto, sin embargo, no responde a la realidad, ya que es una atribución hecha a este por considerársele el sabio por antonomasia. No es fácil saber cuándo se escribió, aunque pudo escribirse en el siglo V a.C. después del destierro. Es una colección de cantos o poemas que son independientes entre sí y que cantan al amor entre el hombre y la mujer.

El Libro de la Sabiduría

Los manuscritos griegos de este libro llevan por título: “Sabiduría de Salomón“. La Vulgata latina lo titula “Libro de la Sabiduría“. La atribución de este libro a Salomón es un recurso literario como el que se emplea en otros libros sapienciales. El verdadero autor podría ser un judío que vivió en Alejandría en el siglo I a.C. Está escrito en griego y podría dividirse en tres partes: en la primera se habla del destino del hombre según se deje o no guiar por la sabiduría y recomienda a los reyes que la encuentren al igual que lo hizo Salomón. La segunda contiene una personificación de la sabiduría a semejanza de la del Libro de los Proverbios. La tercera parte expone la acción de la sabiduría en la historia del pueblo de Israel.

El Libro del Eclesiástico (Sirácida)

El autor de este libro es conocido, ya que figura en diversos lugares del libro. Se trata de Jesús Ben Sirá. Podría dividirse en dos partes: la primera consiste en una colección de sentencias y es muy parecido al Libro de los Proverbios. La segunda celebra la gloria de Dios en la naturaleza y en la historia. Los temas que trata son diversos: relaciones con los padres, con los amigos, con los pobres, con las mujeres, la actitud de humildad, de prudencia, etc.