Mosaicos y Pavimentos: Definición y Tipos Principales

El mosaico se considera un revestimiento cuya función principal es hacer lisa, robusta e impermeable una superficie.

Al mosaico del suelo o pavimento se le denomina opus tessellatum, mientras que el mosaico de pared y techos se denomina opus musivum.

Técnicas de Ejecución de Mosaicos

Los estudios de conservación de los mosaicos nos permiten conocer las diferentes operaciones técnicas para su elaboración.

Preparación del Soporte: Las Capas del Mosaico

Antes de colocar las teselas, era fundamental crear una superficie estable e impermeable, lo que se lograba mediante la elaboración de distintas capas:

  • Una capa apelmazada de tierra, entre el mosaico y el suelo natural, en la que se insertaban materiales como conchas, cal o pequeñas piedras. Este nivel irregular era regulado por la primera capa del verdadero soporte.
  • La primera capa de soporte, denominada statumen, hecha con mortero compacto de tierra, cal y grandes cantos rodados.
  • La segunda capa, rudus, un mortero duro compuesto de cal, arena, fragmentos y piedras.
  • La capa superior, nucleus, la más homogénea, compuesta por mortero de cal, arena y polvo de ladrillo, donde se colocaban las teselas.
  • Finalmente, en algunos casos, existía una capa muy fina de mortero llamada supranucleus, donde se asentaban las teselas.

Proceso de Creación del Mosaico

Una vez preparado el suelo o la pared y la capa superior lista y fraguada, se procedía a la creación del mosaico. En una primera fase, un pintor realizaba el boceto, primero a carboncillo y luego con pintura. Sobre este dibujo, el musivario perforaba el mortero y el teselario colocaba las teselas.

Métodos de Colocación de Teselas

Las teselas se podían colocar de dos maneras:

  • Puesta directa: sobre la capa de mortero.
  • Puesta indirecta: las teselas se pegaban primero al cartón del diseño y, una vez secas, se despegaban para su colocación final.

Procedimientos de Disposición de Teselas

Para la colocación de las teselas, existían tres procedimientos principales:

  • Disposición paralela: mediante la yuxtaposición de teselas rectas.
  • Colocación diagonal u oblicua: alineación de teselas opuestas por el vértice o los lados.
  • Para líneas curvas: se variaban las posiciones, utilizando yuxtaposición de elementos cuadrados (dejando aparecer triángulos entre ellos), elementos cortados en forma de dovelas y yuxtapuestos, elementos triangulares o poligonales, o teselas cortadas en formas complementarias y colocadas siguiendo un orden específico.

Materiales y Acabados de las Teselas

Los materiales más comunes para fabricar las teselas eran mármol, piedras semipreciosas, vidrio y esmalte. Para lograr un acabado más brillante y liso, se pulían con polvo de mármol, arena o cal.

Tipos de Pavimentos Romanos

Opus Signinum

Realizado con mortero y cal, mezclado con fragmentos de cerámica que le daban un aspecto rojizo. A veces se le insertaban teselas blancas o rojas, alineadas para formar motivos geométricos, figurados o inscripciones. Este pavimento destacaba por su gran impermeabilidad.

Opus Sectile

Realizado con fragmentos de diferentes colores y calidades de mármol, cortados en formas geométricas. Los ejemplares más antiguos presentaban cubos tridimensionales, evolucionando posteriormente a composiciones geométricas más complejas.

Opus Scutulatum

Una variante del opus sectile, caracterizada por piezas en forma de rombo.

Opus Tessellatum

Hecho con teselas cuadradas y rectas, podía ser bicromo (blanco y negro), tricromo (blanco, negro y rojo) o policromo. Existían dos variantes principales:

  • Opus Tessellatum: Recubría grandes dimensiones con teselas de 0.5-1.5 cm³.
  • Opus Vermiculatum: Utilizaba teselas muy pequeñas, de 1-5 mm, y se realizaba en el taller sobre paneles cuadrangulares llamados emblemata. Era frecuente que ambos tipos se combinaran.

Evolución Histórica de los Mosaicos en Roma

En Roma, el opus tessellatum apareció bajo sus tres formas características (monocromas, ornamentales y figuradas) durante el siglo II a.C., coexistiendo con el opus scutulatum y el opus signinum. El mosaico más antiguo encontrado en Roma procede del Templo de Apolo Sosiano en el Foro Boario.

A finales del siglo II a.C., hicieron su aparición los mosaicos policromos con motivos geométricos. Sin embargo, este tipo de mosaicos policromados no tuvieron una larga duración y desaparecieron, dando paso a un repertorio lineal en blanco y negro (como se observa en la Casa de Livia en el Palatino), que incluía composiciones de hexágonos, octógonos y estrellas de ocho rombos, entre otros.

El estilo de mosaicos que se estableció en Roma a finales del siglo I d.C. se caracterizó por pequeños cuadros negros aislados o agrupados por pares para formar rectángulos negros o de escamas. En la época de Adriano, a los motivos tradicionales se añadieron elementos vegetales.

En la época de Septimio Severo, el color negro predominó sobre el blanco y aparecieron nuevos motivos, como las cruces griegas inscritas en discos blancos o vasos en forma de campana.

Los pavimentos bicromos con decoración ornamental son muy escasos en Roma entre los siglos III y V d.C., y solo se han constatado en las Termas de Diocleciano. Los primeros mosaicos figurados son policromos y están datados a finales del siglo II a.C. (ejemplos incluyen ‘gato comiendo a un pájaro’ o ‘juicio de Paris’).

A partir del siglo I a.C., predominaron los mosaicos en blanco y negro, cuya temática principal era la mitología y la vida cotidiana. En Roma, eran característicos de estancias modestas, mientras que en las domus más ricas, los pavimentos de incrustaciones marmóreas habían suplantado al mosaico. Tras la expansión del blanco y negro, los ejemplos de mosaicos policromos en Roma son escasos, aunque la tradición helenística perduró en los mosaicos del tipo ‘suelo sin barrer’. En la mayor parte de los mosaicos policromos de la segunda mitad del siglo II d.C., las figuras se asociaron a la decoración vegetal o geométrica. En la época constantiniana, los pavimentos figurados volvieron a dar prioridad a las figuraciones.

La Temática en los Mosaicos Romanos

La temática de los mosaicos estaba estrechamente relacionada con la estancia donde se encontraban.

  • Las divinidades y sus ciclos míticos.
  • La representación del mar y las aguas, de forma realista, simbólica o divinizada.
  • Representaciones de juegos, el circo o espectáculos.
  • Temas que resaltaban la fuerza del dueño o conmemoraban algún evento importante.
  • El paso del tiempo, como estaciones, calendarios u horóscopos.
  • La naturaleza y los jardines.
  • Temas cotidianos en las villas rústicas, como la vendimia o la caza.
  • Representaciones de xenia (naturaleza muerta), incluyendo legumbres, frutos y animales.
  • Representaciones geográficas, como islas o ciudades.

El Mosaico Parietal o Mural (Opus Musivum)

El mosaico parietal o mural, denominado opus musivum, fue una contribución original romana. A partir del siglo I a.C., en Italia, fueron peculiares los mosaicos parietales que decoraban jardines, utilizando materiales diversos como (conchas, vidrio o esquirlas de mármol). Los motivos más usados en esta primera época eran los acuáticos y vegetales. A mediados del siglo I d.C., surgieron imitaciones de representaciones pictóricas para las que se empleó la técnica del opus vermiculatum. Durante los siglos II y III d.C., el mosaico parietal se desarrolló en diversos edificios, como termas, bóvedas de tumbas y santuarios.

En el siglo IV d.C., los mosaicos murales decoraron los palacios imperiales y comenzó su uso en paredes y bóvedas de iglesias cristianas, dando inicio a un nuevo repertorio de símbolos y temas.