La Diversidad Funcional Física (DFF)

Bajo la nomenclatura de personas con diversidad funcional física o motora (DFF) se incluyen aquellas que presentan limitaciones en la producción, la regulación o la ejecución de movimientos. Desde el enfoque de la diversidad funcional, no se considera como una deficiencia, sino como una característica funcional de la persona que, para mantener la postura, desplazarse y efectuar la mayoría de actividades que requieran movimiento, lo hace de manera diferente a la mayoría. Atendiendo a los sistemas implicados, el déficit locomotor puede deberse a causas neurológicas (en el procesamiento de la información o la transmisión de las órdenes) u osteomusculares (en la ejecución de los movimientos).

Caracterización de la DFF

En primer lugar, hay que destacar la enorme variabilidad interindividual existente dentro de este colectivo: desde las personas que tienen alguna limitación en parte de su estructura osteomuscular hasta las que presentan la mayoría de sus funciones motrices alteradas por causas neurológicas. Así podemos diferenciar las causas siguientes:

  • Enfermedades del sistema nervioso: El daño se produce en los centros nerviosos del control motor. Las más importantes son la parálisis cerebral (PC), la enfermedad de Parkinson, la espina bífida, la esclerosis múltiple (EM) y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Lesiones en el sistema nervioso: Ocasionadas por otras causas, ya sean tumores o traumatismos (tanto cerebrales como medulares), muchos de estos causados por accidentes de tráfico, por la práctica de deportes de riesgo o por accidentes de otro tipo.
  • Lesiones del aparato locomotor: Pueden ser de origen osteoarticular (como la artritis) o de origen muscular (como la distrofia muscular).
  • Amputación o falta de alguna extremidad: Por ejemplo, a consecuencia de un accidente de tráfico o laboral. En las enfermedades o lesiones de origen nervioso, es frecuente que el déficit motor vaya asociado a otros trastornos: intelectuales, perceptivos, etc.

Principios de Intervención en DFF

Esta multitud de causas se traduce en la existencia de unas necesidades muy específicas, por lo que la intervención con estas personas se abordará de manera personalizada. El diseño de la intervención partirá de una valoración previa sobre la funcionalidad motora de la persona que, a grandes rasgos, deberá dar respuesta a estos interrogantes:

  • ¿Puede mantener la postura? Es un primer condicionante, pues nos orienta en aspectos clave para su movilidad autónoma, para su seguridad y su comodidad. Cabe determinar si la persona:
    • Puede mantenerse de pie y en qué condiciones.
    • Puede mantenerse sentada sin sujeciones o si necesita de estas.
  • ¿Cómo se desplaza? Esta pregunta se refiere a dos aspectos:
    • En relación con los espacios: si se desplaza tanto en espacios pequeños como amplios, si lo hace en espacios interiores y exteriores, si supera desniveles y escaleras, etc.
    • En relación con si usa productos de apoyo y cuáles: bastón, andador, silla autopropulsable, silla electrónica, etc.
  • ¿Cómo utiliza sus manos? La funcionalidad de las manos nos orienta sobre las posibilidades de manipulación, por ejemplo, señalar objetos, agarrarlos (movimiento de pinza, lo cual completa tanto el agarre como la suelta), arrastrarlos, etc. Esta funcionalidad será clave para el desarrollo de cualquier actividad de la vida diaria.
  • ¿Cómo se comunica? Cuando el lenguaje oral es poco inteligible, será un área prioritaria de intervención, valorando las estrategias comunicativas que utiliza y cuáles puede desarrollar, ya sea usando sistemas aumentativos o alternativos.
  • ¿Controla esfínteres? El control de esfínteres es una actividad muy importante en la independencia de la persona, por eso también deberá valorarse si existe continencia y la manera como se atiende.

Barreras a la Accesibilidad para Personas con DFF

Entendemos por barrera cualquier impedimento, traba u obstáculo que limita o impide el acceso, la utilización, el disfrute, la interacción y la comprensión de manera normalizada, digna, cómoda y segura de un entorno, producto o servicio.

Barreras Urbanísticas

Se refiere a los impedimentos que presentan los espacios y el mobiliario urbanos. Los podemos descubrir fácilmente al caminar por la calle: vehículos subidos a las aceras, andamios de obras, pavimentos levantados, pasos de peatones sin vado, aceras estrechas, escalones y escaleras, etc. Estos obstáculos limitan la deambulación autónoma de las personas con diversidad funcional motora, ya que a menudo no pueden sortearlos.

La eliminación de estas barreras pasa por medidas de diseño urbanístico accesible en aspectos como la pavimentación, la anchura de las aceras, la eliminación de los elementos que obstaculizan la libre deambulación, la sustitución de escalones por vados o rampas, la instalación de ascensores para salvar desniveles pronunciados, etc.

Barreras Arquitectónicas

Se trata de los obstáculos que se encuentran en el acceso a los edificios y en su deambulación interior, incluida la propia vivienda. La eliminación de barreras en el domicilio pasa por su adaptación a las necesidades de la persona usuaria:

  • En el exterior de la vivienda

    Hay que considerar aspectos como la altura del portero automático y el buzón, la existencia de rampas (con la pendiente adecuada), de ascensor o de plataforma elevadora para salvar desniveles. También hay que considerar los elementos de acceso a la vivienda como el tirador de la puerta, la altura y tamaño del timbre o el ancho del hueco de entrada.

  • En el interior

    La deambulación y el acceso a las diferentes dependencias de la vivienda deben ser fáciles, por lo que la anchura de las puertas y los pasillos tiene que ser suficiente para permitir la movilidad de las personas en silla de ruedas, incluyendo un giro completo. También las instalaciones (interruptores, enchufes, llaves de paso, grifos, etc.) y el mobiliario (incluido el de la cocina y el baño) deben ser cómodos, seguros, funcionales y de fácil manejo.

Barreras en el Transporte

Son los impedimentos que surgen en los medios de transporte, tanto particulares como públicos. Para ser independientes, las personas con diversidad funcional física tienen que poder desplazarse de un lugar a otro, ya sea por razones profesionales, personales, de ocio, etc. La accesibilidad del transporte debe incluir un acceso libre, cómodo y seguro.

  • Vehículo propio

    Un vehículo propio requiere adaptaciones personalizadas en función de la funcionalidad de la persona que deberá conducirlo o viajar en él.

  • Transporte colectivo

    Los vehículos de transporte colectivo deberán contar con unos dispositivos que faciliten el acceso y la seguridad de las personas con sillas de ruedas, como son: plataformas o rampas elevadoras para subir y bajar, espacios con dispositivos de anclaje reservados para las sillas de ruedas, correcta ubicación de asideros y máquinas marca billetes, etc.

Barreras en las Telecomunicaciones

Se refiere a los impedimentos o dificultades que se presentan en la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

  • Avances en hardware

    A nivel de hardware, la tecnología de la accesibilidad ha avanzado con la creación de teclados, ratones y joysticks adaptados. Además, se están desarrollando sistemas de interacción que con la mirada permiten el control y el manejo del ordenador, es decir, con la mirada realizan las funciones de teclado y ratón.

  • Impacto de las TIC

    Sin duda, el uso de las TIC contribuye al incremento de las posibilidades de comunicación, de relación y de interacción con el entorno, así como a la participación social de las personas con diversidad funcional física y a su acceso global a la información.

Apoyos Físicos y Humanos

Los Productos de Apoyo

Las personas con diversidad funcional disponen de productos de apoyo que hacen posible o mejoran su independencia en la realización de diferentes actividades.

Un producto de apoyo es cualquier producto destinado a prevenir, compensar, controlar, mitigar o neutralizar deficiencias, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación.

Entre estos productos hay dispositivos, equipos, instrumentos, tecnologías y programas informáticos fabricados especialmente o que estén disponibles en el mercado. Cubren un amplio abanico de necesidades: para la movilidad personal, para el cuidado y la protección personal, para el entrenamiento de capacidades, para la realización de las actividades de la vida diaria, etc.

Los productos de apoyo también sirven para «ayudar a ayudar». Pueden ser utilizados por familiares, cuidadores y personal de apoyo, a los que facilitan su labor haciendo su trabajo más cómodo, rápido y sencillo.

La Comunicación en Personas con DFF

Muchas de las personas con diversidad funcional motora disponen de una perfecta funcionalidad en su comunicación, pero, en ocasiones, cuando las enfermedades o lesiones afectan a los centros nerviosos, el habla se puede ver afectada.

Los trastornos y las dificultades en el lenguaje y la comunicación de las personas con diversidad funcional motora se pueden clasificar básicamente en tres grupos:

  • Disartrias: Son alteraciones en aspectos fonoarticulatorios, causadas por lesiones cerebrales, que provocan trastornos en el control muscular que dificultan el habla, impidiéndola o haciéndola más o menos inteligible. El caso más severo es la anartria, que supone la ausencia total de lenguaje oral.
  • Afasias: Consisten en dificultades en los aspectos comprensivos o expresivos del lenguaje, a causa de una lesión cerebral. Afectan a la elaboración y a la interpretación del código lingüístico e, incluso, a las funciones asociadas al pensamiento o la inteligencia.
  • Disglosias: Se trata de trastornos en el habla debidos a alteraciones anatómicas en los órganos de la fonación. Pueden ser malformaciones congénitas (como, por ejemplo, el labio leporino) o causadas por accidentes u operaciones.

Conceptos Clave y Consideraciones para la Intervención en DFF

Diferencias entre Discapacidad Física y Diversidad Funcional Física

El concepto de discapacidad física pone el acento en la ausencia, mal funcionamiento o limitación de alguno de los órganos de producción, regulación o ejecución de movimientos. En cambio, el concepto de diversidad funcional física habla de una característica funcional de la persona, mediante la cual, para mantener la postura, desplazarse o efectuar la mayoría de las actividades que requieren movimiento, lo hace de forma diferente a la mayoría.

Causas Principales de la Diversidad Funcional Física

Las causas principales de la diversidad funcional física incluyen:

  • Enfermedades del sistema nervioso

    El daño se produce en los centros nerviosos del control motor.

    • Ejemplos: Parálisis cerebral (PC), Enfermedad de Parkinson, Espina bífida.
  • Lesiones en el sistema nervioso

    Ocasionadas por otras causas, ya sean tumores o traumatismos (cerebrales o medulares).

    • Ejemplos: Accidente de tráfico, Accidentes en la práctica de deporte de riesgo, Formación de coágulo sanguíneo o trombo.
  • Lesiones del aparato locomotor

    Pueden ser de origen osteoarticular o de origen muscular.

    • Ejemplos: Artritis, Distrofia muscular, Osteoporosis.
  • Amputación o falta de alguna extremidad

    • Ejemplos: Accidente de tráfico, Accidente de trabajo, Complicaciones asociadas a la diabetes como úlceras crónicas de pie.

Interrogantes Clave para Diseñar la Intervención en DFF

A la hora de trabajar con personas con diversidad funcional física como técnico/a, buscarás respuesta a estos interrogantes para poder llevar a cabo tu labor:

  • ¿Cómo se desplaza? Tanto en espacios pequeños como en amplios, así como en desniveles y escaleras. Igualmente, habrá que hacer una recogida de datos en relación a los productos de apoyo que utiliza: andadores, bastones, triciclos, sillas autopropulsables, sillas electrónicas o cualquier otro.
  • ¿Cómo puede permanecer en posición sentada? Uno de los aspectos más importantes en estos casos es conseguir un control de la postura que aporte seguridad y comodidad.
  • ¿Cómo utiliza sus manos? Se refiere a las capacidades existentes respecto a tareas como señalización, arrastre, garra, pinza, etc. Es muy importante no inferir o predecir las posibilidades de las manos en base a la observación de la anatomía de las mismas.
  • ¿Cómo se comunica? Es necesario conocer todas las estrategias comunicativas que utiliza, para valorar si es la forma más óptima.
  • ¿Controla esfínteres? Si controla o no esfínteres.
  • ¿Tiene crisis convulsivas? No tanto por la incidencia que podamos hacer sobre el control de las mismas, sino para evitar que se den situaciones de alarma o sustos innecesarios y, sobre todo, para recabar pautas concretas para actuar ante este tipo de episodios.