Introducción al Aborto en Colombia

En Colombia, el aborto es un tema que genera una profunda polarización. Existe una marcada división de opiniones: por un lado, quienes lo consideran una opción fundamental de salud pública y, por otro, quienes lo ven como un acto de asesinato. El debate en torno al aborto en Colombia abarca aspectos tanto morales como legales. La Constitución Política de Colombia consagra el derecho a la vida, pero no especifica si este derecho se extiende a las personas no nacidas, lo que ha alimentado un intenso debate sobre la legalización del aborto.

En Colombia, la percepción sobre el aborto varía significativamente. Hay quienes lo defienden como un derecho de la mujer y quienes lo consideran un crimen. Esta diversidad de opiniones divide a la opinión pública. Actualmente, el aborto está permitido hasta la vigésimo sexta semana de gestación. Después de las 26 semanas, su práctica solo es aplicable en tres circunstancias específicas: cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el embarazo es resultado de una violación, o cuando el feto presenta anomalías graves. Sin embargo, el acceso efectivo al aborto sigue siendo limitado.

Un reflejo de esta división se observa en las encuestas. Según un censo de Invamer, un alto porcentaje de la población consultada (83.2%) no estuvo de acuerdo con la posibilidad de que las mujeres puedan abortar hasta las 26 semanas de gestación, mientras que solo el 15.4% expresó estar de acuerdo con esta medida. (Artículo de El Tiempo, 4 de marzo de 2022).

Objetivos del Estudio

El aborto es un tema recurrente en Colombia. Si bien no es ilegal, su acceso puede ser dificultoso. Este estudio se ha realizado con el propósito de dar a conocer las diversas causas del aborto en Colombia y los factores que las originan. Asimismo, busca proporcionar información detallada sobre la compleja situación del aborto clandestino en el país y la baja disponibilidad de servicios seguros.

Causas del Aborto en Colombia

Drogadicción o Alcoholismo

El consumo de sustancias alucinógenas o alcohol por parte de la madre durante el embarazo puede afectar negativamente el estado de salud del feto, incrementando el riesgo de aborto.

Incapacidad Económica

La falta de preparación económica para mantener a un bebé es una causa frecuente, especialmente entre parejas jóvenes o adolescentes.

Presión Familiar

La presión ejercida por la familia o la pareja, debido a desacuerdos sobre la continuación del embarazo, puede llevar a la decisión de interrumpirlo.

Peligro Biológico

En casos donde el embarazo representa una amenaza directa para la vida de la madre, el aborto se considera como una medida para preservar su salud.

Presión Social

Similar a la presión familiar, la influencia de amigos y el entorno social cercano puede motivar la decisión de abortar.

Anomalías en el Feto

La presencia de enfermedades o malformaciones fetales que hagan inviable su vida fuera del útero es otra causa importante para considerar la interrupción del embarazo.

Violación

La concepción como resultado de una violación puede generar profundos perjuicios psicológicos en la mujer, llevando a la decisión de abortar.

Peligro Físico y Mental

Cuando la continuación del embarazo representa un riesgo significativo para la salud física o mental de la mujer, el aborto puede ser una opción considerada.

El Aborto Clandestino en Colombia

El aborto inseguro constituye un grave problema de salud pública, derechos humanos y justicia social. Según Joaquín Guillermo Gómez Dávila, médico ginecobstetra y Ph.D. en Salud Pública, de los 208 millones de embarazos estimados a nivel mundial anualmente, el 41% son no deseados, lo que se traduce en una fuente significativa de abortos inseguros.

Laura Gil, ginecóloga y miembro del Comité de derechos humanos y salud de la mujer de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog), señala que en Colombia se realizan aproximadamente 400,400 abortos al año mediante métodos no seguros. Estima que 39 de cada mil mujeres en edad fértil deciden abortar anualmente en el país.

La mayoría de estos procedimientos se llevan a cabo en la clandestinidad, lo que contrasta con las cifras de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) realizadas en condiciones seguras. En Bogotá, por ejemplo, se registran más de 10,000 atenciones de IVE, lo que representaría solo el 10% de los abortos estimados en la ciudad.

Gómez Dávila advierte que entre el 20% y el 30% de las mujeres que recurren a un aborto inseguro sufren infecciones pélvicas. A nivel mundial, 8 millones de mujeres experimentan complicaciones que requieren atención médica, pero solo 5 millones tienen acceso a ella, resultando en 47,000 muertes anuales por complicaciones relacionadas con estos procedimientos.

El 98% de estas mujeres residen en países de bajos ingresos y en aquellos con leyes restrictivas, lo que las fuerza a recurrir a prácticas no seguras y personal no calificado, aumentando la carga de enfermedad y mortalidad. En América Latina, la tasa de letalidad por abortos se estima en 30 por cada cien mil nacidos vivos.

Aunque la Corte Constitucional despenalizó el aborto bajo tres causales en 2006 (violación, malformación fetal incompatible con la vida y riesgo para la madre) y en marzo de 2022 se despenalizó totalmente, persisten barreras significativas. La falta de información, trabas administrativas, retrasos en la atención, maltratos y violaciones a los derechos de las mujeres contribuyen a la prevalencia del aborto inseguro.

Las complicaciones derivadas de los más de 400,000 abortos no seguros anuales superan las 93,000 y consumen recursos del sistema de salud. Actualmente, las complicaciones de la interrupción voluntaria del embarazo se encuentran entre las cinco principales causas de muerte materna a nivel nacional.

En contraste, la mortalidad por abortos realizados en condiciones seguras es infrecuente, estimada en uno por cada millón de procedimientos, mientras que la del aborto inseguro puede alcanzar 17 por cada cien mil. La mortalidad materna en Colombia es de 75 por cien mil, incluyendo todas las muertes relacionadas con el parto. Esto subraya que la maternidad conlleva riesgos, y el derecho a no asumirlos cuando no es un deseo es un argumento fundamental.

Si bien la tasa de complicaciones por abortos inseguros es del 30% en promedio, puede ascender al 65% cuando se utilizan sustancias tóxicas o se presentan lesiones autoinfligidas por personal no experto. Algunas proyecciones indican que una atención médica adecuada podría reducir estas complicaciones hasta en un 300%.

Inequidades en el Acceso

Las mujeres en las regiones más apartadas del país y aquellas pertenecientes a minorías son las más desprotegidas en cuanto al acceso a servicios sanitarios que garanticen procedimientos seguros. Incluso en las grandes ciudades, a pesar de que la interrupción voluntaria del embarazo está incluida en las coberturas del sistema de salud, el 95.8% de los procedimientos son brindados por servicios privados y mayoritariamente pagados por las propias mujeres. Esto agrava las brechas de acceso y las cargas económicas, especialmente para los grupos más vulnerables.

En resumen, si en Colombia todas las mujeres tuvieran acceso a un aborto seguro cuando lo desean, en los últimos 12 años se habrían realizado aproximadamente 4 millones de atenciones y se habrían evitado casi 600 muertes por complicaciones de procedimientos inseguros o por maternidad forzada. Esto también significaría la prevención de la pérdida de más de 36,000 años de vida saludable por estas mismas causas.