E. Kant es, sin lugar a dudas, el mejor representante del pensamiento ilustrado en todos los campos de la filosofía. La ilustración alemana, a la que pertenece, fue cronológicamente la última por lo que pudo recoger las aportaciones precedentes en los campos de la teoría del conocimiento y la ética.

Pero donde mejor se plasma su vocación ilustrada es en su filosofía de la historia de la que este texto “¿Qué es la Ilustración?” forma parte. Escrito 5 años antes de la Revolución Francesa refleja los ideales de libertad y la fe en el progreso de la humanidad, basado en el libre uso de la razón, que caracterizaron a la Ilustración. Kant sigue así la estela de otros pensadores liberales como Locke y Montesquieu que abogan por una sociedad libre y un estado republicano.

RELACIONES:

Con Kant culmina el idealismo moderno. Su filosofía, el Idealismo Trascendental, recoge influencias de las dos corrientes modernas: Racionalismo y Empirismo.

Aunque es obvio que se relaciona con ambas, nos centraremos en las relaciones con el Empirismo, esenciales en su teoría del conocimiento kantiana.

Para ello hay que comenzar diciendo que la influencia empirista le llega a Kant a través de Hume. Afirma que fue la lectura de su obra la que le “despertó del sueño dogmático” en el que le había sumido el Racionalismo en el que se formó.

 A partir de aquí podemos decir, en primer lugar, que reconoce la importancia de la experiencia sensible en el conocimiento humano. Sin él, no puede haber conocimiento científico.

En segundo lugar, Kant sigue claramente el psicologismo de Hume, interpretando el innatismo racionalista como la existencia de “condiciones trascendentales”, es decir, estructuras psicológicas con las que ordenamos la información sensible para darle universalidad y necesidad.

De ambos elementos surge el concepto de fenómeno, como la unión de experiencia sensible, materia, y condiciones trascendentales, formas “a priori”.

En tercer lugar, podemos decir que, en oposición a Hume y su escepticismo, negará

su crítica al principio de causalidad. Hume lo había hecho depender de la experiencia, lo que para Kant es erróneo. Es una categoría, es decir, una condición trascendental y, por tanto, anterior a la experiencia. Es universal y necesario, al contrario que en el análisis de Hume, porque no podemos pensar los objetos al margen de él.

 Por último, señalar que en la ética se muestra contrario a Hume. Kant dice que la ética no se puede fundar en sentimientos, como afirma Hume, porque los sentimientos son cambiantes y nunca podrán servir de base a una moral universal. Para él la razón es la única que puede cumplir esta función.

CONTEXTO HISTÓRICO- FILOSÓFICO

Carlos Marx fue un filósofo del siglo XIX cuya obra es heredera de las circunstancias históricas de su época. Su contexto histórico-filosófico le liga, por tanto, con todas aquellas doctrinas que intentan explicar el capitalismo y las circunstancias sociales que lleva aparejado (Economía clásica, Socialismo utópico, etc.).

“Contribución a la Crítica de la economía política “es el texto en el que Marx sienta las bases de su filosofía, el Materialismo Histórico, criticando a Hegel por su idealismo. Con el Materialismo histórico, Marx invierte el idealismo hegeliano para construir una respuesta socialista al liberalismo. Frente a la concepción hegeliana de que la historia sigue un esquema racional en el que las ideas, que son autónomas, se manifiestan, Marx afirma que la historia no es racional (como prueban las condiciones de vida del proletariado) y las ideas son productos sociales, que responden a los intereses de la clase dominante. En este prólogo queda patente todo ello.

RELACIONES:

De entre todos los filósofos con los que Marx puede relacionarse, nos centraremos en Hegel. Marx comenzó su andadura filosófica integrado en el grupo de los Jóvenes Hegelianos de izquierda, del cual es el principal representante.

Aunque tanto Marx como el resto del grupo se distancian de Hegel, pues hacen una interpretación revolucionaria de su pensamiento, podemos rastrear algunas influencias que unen a ambos filósofos:

1º La más clara e importante es la utilización del método acuñado por Hegel: la dialéctica, entendida como un proceso continuo de transformación en el que se enfrentan elementos contrarios. Surge así la conocida triada hegeliana: tesis, antítesis y síntesis. Marx la asume y la utiliza, pero desde una perspectiva materialista.

2º El concepto de alienación, fundamental en Marx, proviene de Hegel, que lo utiliza en la “parábola del amo y el esclavo”, dentro del espíritu subjetivo. Marx da, eso sí, una interpretación muy diferente a la de Hegel de este concepto. Para él era una prueba de la injusticia en la historia; para Hegel era un paso necesario en la evolución de la conciencia humana.

Por lo demás encontramos grandes diferencias entre ellos.

1º Marx invierte el esquema hegeliano, pasando del idealismo al materialismo. Las ideas no son autónomas, son el reflejo de los intereses de la clase dominante en la sociedad.

2º Marx, como los Jóvenes Hegelianos de izquierda, considera falsa la afirmación de que “todo lo real es racional”. Es evidente que en la historia hay irracionalidades, las condiciones de vida del proletariado lo son.

3º Niega la teoría hegeliana del Estado. Para Hegel en el Estado culmina la racionalidad y se realiza la libertad individual. Marx afirma que es un instrumento de opresión de la clase económicamente dominante.

Podemos, por tanto, concluir diciendo que Carlos Marx es el filósofo que invierte el sistema hegeliano, pasando del idealismo al materialismo como que patente en su famosa frase “no es la conciencia la que determina la vida, es la vida la que determina la conciencia”.